UN DOCTOR POR FAVOR

SENCILLA RAZÓN...

Después de salir de la consulta del especialista se dio de golpes contra un muro de ladrillos. No era común en la ciudad ver una chica tratar de tal manera a su cabeza, pero aun así la gente pasaba y pasaba sin siquiera exclamar algo por tan macabra escena, no fue hasta cuando la cabeza sangro que ceso el intento de arreglarla a golpes. Cuando vio la sangre recorrer sus ojos respiro aliviada e incluso sonrió. Como ya sabía el camino a casa no le fue difícil pasar por la gran tropa de gente que a esa hora recorría la ciudad aun cuando las gotas que brotaban de su perturbada cabeza hacían borrosa la visión, no hasta que se le acerco… nunca había sentido latir su corazó creyó que iba a perder el conocimiento por lo mismo su primer instinto fue correr pero aunque ganas no le faltaban sus pies parecían estar pegados al asfalto, cada paso que él daba retumbaba fuertemente al ritmo de su agitado corazón. Ella cerro fuertemente los ojos y tapo sus dos orejas pero aun así lo seguía viendo y escuchando, era como un sueño… un sueño real uno del que ella no sabía que pensar, sentía un miedo enorme, era todo nuevo como si recién hubiera salido del vientre de alguna madre… de un momento a otro sintió un escalofrío por todo su cuerpo como si alguien hubiera tirado hielo por debajo de su polera y sintió ganas de llorar, trataba de contenerse pero su boca temblaba y sollozaba sin que pudiera hacer nada al respecto tenia mucho miedo y no quería abrir sus ojos pero cuando sintió que la abrazaban tuvo que hacerlo. No había visto ojos más bellos en su vida, trataba de no parpadear para no perder ni un instante la imagen de él pero las lagrimas habían empezado a molestar al tener contacto con la sangre y cada vez veía más borrosos, cuando intento limpiar sus ojos él tomo sus muñecas y comenzó a limpiar cada lagrima y gota de sangre con sus besos, eran suaves y tibios y desconocidos… cuando termino le susurro al oído cuatro palabras que quedaron grabadas para siempre "por fin te encontré", ella no podía creer lo que sucedía y sin poder pronunciar palabra solo lo abrazo y descansó en su hombro así pasaron por más de 20 minutos, sin hablar y sin moverse solo de vez en cuando un suspiro se escapaba de alguno de los dos…



Trató de sabe en más de una oportunidad porque nunca había escuchado su corazón, incluso varios doctores le ofrecía sumas de dinero por tan solo prestarse a ser conejillo de indias, ella aunque siempre tuvo esa inquietud no se prestaba para semejantes estupideces y podría decir que aprendió a crecer sin latidos. Cuando todos dormían en su casa a la edad de 10 años ella subía al techo y contemplaba las estrellas tratando de encontrar respuestas a miles de injusticias que a su corta edad se suscitaban contra su persona y de vez en cuando peleaba con Dios pero a los segundo su enojo se transformaba en rezos que trataban de exculparse de tanta palabrota que decía a sus hermanos. Junto con crecer de edad creció la melancolía y la desilusión, habían cosas que por más que un profesional le explicara no tenían cabida en su cabeza y para no pensar solía dibujar y pintar (era un escape), estos eran unos minutos del día en que no se oían ni gritos, ni insultos ni menos portazos... cuando este pasatiempo no daba resultado se metía en el único refugio inviolable para el resto del mundo, su ropero era pequeño pero se acomodaba de tal forma que la siesta fuera placentera y tranquilizante.


El viento nunca corrió a favor de ella, a veces sentía que no podía resistir pisar el mundo un día más pero aunque nadie lo crea ella resistía solo porque sabía que algo pasaría algún día, en algún momento...

Comentarios

Rodrigo León dijo…
hoLA...
En realidad me pena haber estado tan alejado del blog por tantos meses, pero estoy consumido por el trabajo...
Aunque eso no es excusa, porque para escribir siempre hay tiempo...
Eres la primera a quien posteo en meses, te agradezco tu pasada por el mío...
VOlveré pronto
Abrazos
Rodrigo
Memoriona dijo…
No estamos solos, nunca nunca

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